Las variaciones hormonales, que ya conocen las mujeres que sufren de síndrome premenstrual, suelen afectar al estado de ánimo. Sin embargo, las variaciones hormonales que vienen con el embarazo son seguramente las más intensas que va a experimentar una mujer en toda su vida, así que no es extraño que los altibajos emocionales, estén a la orden del día. La fatiga, que también acompaña al embarazo, potencia a su vez los cambios anímicos. Si a esta mezcla bioquímica se le añaden los nervios normales que siente una embarazada, preocupada por la salud de su bebe y por su capacidad como madre, se obtiene el combustible ideal para que los estados anímicos se comporten como una montaña rusa.

Recuerda que no estás sola. Los cambios de humor forman parte de tu embarazo y no eres la primera mujer que los siente, así que no te culpes. Tu familia y tus amigos te comprenderán.

Los cambios pueden ser especialmente acusados durante el primer trimestre, porque el cuerpo se está adaptando a su nuevo estado. Quizá te descubras reaccionando de forma exagerada ante pequeñas cosas. Un anuncio de televisión puede hacerte llorar. Que se te pierda la agenda puede causarte pánico. Si en el supermercado aplastan el pan que estas comprando, tal vez se enfrentaran a tu ira. No te preocupes, es una situación normal durante el embarazo. Respira hondo, sal a pasear o sencillamente cierra los ojos y tomate un descanso. Es tos sentimientos suelen pasar pronto.

Fuente: Stone, Eddleman & Duenwald. 

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